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28 de noviembre de 2023Este fin de semana, tuve la oportunidad de participar en el Ironman de Manta. Además de ser una experiencia única, esta competencia me hizo reflexionar sobre los increíbles beneficios de la actividad física al aire libre. Como neumólogo deportólogo, puedo afirmar con certeza que el ejercicio regular al aire libre no solo beneficia el cuerpo, sino que también tiene un impacto positivo en nuestra salud mental y emocional.
A continuación, te menciono algunos puntos importantes desde mi perspectiva:
- Prevención de enfermedades
Numerosos estudios han demostrado que una rutina de ejercicios bien estructurada puede prevenir y controlar enfermedades no transmisibles, como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes y ciertos tipos de cáncer. Mantenernos activos reduce significativamente el riesgo de padecer estas afecciones tan perjudiciales para nuestra salud.
- Salud cardiovascular
Una de las ventajas más destacadas de la actividad física al aire libre es su capacidad para prevenir la hipertensión. El ejercicio regular mantiene nuestros vasos sanguíneos flexibles y mejora la circulación, disminuyendo la presión arterial y protegiendo nuestro corazón.
- Bienestar mental y emocional
La conexión con la naturaleza y el entorno exterior tiene un impacto positivo en nuestra salud mental. Correr en la playa, montar en bicicleta por senderos naturales o nadar en aguas abiertas reducen el estrés y la ansiedad, mejoran el estado de ánimo y aumentando nuestra sensación de bienestar general. La naturaleza nos ayuda a desconectar de las preocupaciones diarias y recargar nuestra mente.
- Control del peso corporal
El ejercicio regular también es clave para mantener un peso corporal saludable y evitar el sobrepeso y la obesidad, factores de riesgo significativos para diversas enfermedades.
- Incorpora la actividad física en tu vida diaria
Independientemente de la edad o el nivel de condición física, encontrar una actividad que disfrutemos es esencial para mantenernos comprometidos a largo plazo. Caminar, montar en bicicleta, bailar, nadar, practicar deportes o participar en actividades recreativas son opciones excelentes para comenzar a ser más activos.
¡Hablemos de pequeños pasos, grandes resultados!
Para quienes llevan una vida sedentaria, aumentar gradualmente la actividad física es el primer paso para obtener todos estos beneficios. Incluso pequeñas acciones como subir escaleras en lugar de usar el ascensor, caminar al trabajo o hacer pausas activas durante el día, pueden marcar la diferencia.
Importante: consulta con un profesional de la salud
Antes de iniciar cualquier rutina de ejercicio, es importante consultar con un profesional de la salud o un especialista en deportes, especialmente si existen condiciones médicas preexistentes.
La experiencia del Ironman en Manta me fortalece mi creencia de la importancia de cuidar nuestra salud a través de la actividad física al aire libre. Los desafíos físicos son enriquecedores y gratificantes, y el entorno natural nos brinda una experiencia aún más enriquecedora.
Recuerda que antes de iniciar cualquier actividad deportiva es crucial tomar medidas preventivas, como someterse a chequeos cardiopulmonares regulares y realizar pruebas de VO2max para evaluar la salud del corazón y los pulmones.